sábado, 21 de agosto de 2010

Sal y olor

Hoy fue un día especial, y no me refiero a que lo demás días no sean especiales. Yo soy de los que creen que cada día es especial por distintos motivos, pero hoy fue aún más especial. ¿Por qué? Ahora les cuento. Quizá algunos de ustedes ya saben que algunos sábados apoyo a un amigo misionero en traducirle (da charlas a jóvenes y adolescentes) cuando se trata de hablar ciertos temas muy profundos y en los que su español es algo limitado, pero disfruto hacerlo, ya que yo también aprendo mucho. Su nombre es Dan.

El tema de hoy fue: "Ser olor fragante y sal en la tierra".

Dan empezó a hacer una dinámica muy interesante. Repartió arroz con leche (un delicioso y dulce postre peruano) a cada uno de los que habían asistido (digamos que eran algo de 30 muchachos entre hombres y mujeres). Todos soprendidos y a la vez intrigados, se empezaron a preguntar el porqué de lo que él hacía, pero a la vez disfrutaban de su arroz con leche.

De repente él dijo: "¿Les gusta?, porque a uno de ustedes le eché sal". Todos empezaron reirse y a mirarse el uno al otro como diciendo "¿te tocó a ti?". Luego dijo: "¿A quién le tocó arroz con leche con sal?" y un chico tímidamente por, quizá, la mofa, alzó la mano. De repente los del costado se acercaron y quisieron probar para saber si realmente él tenía la sal. Está de más decir la cara que pusieron al probar el sabor salado del arroz con leche -vale recalcar que tenía MUCHA sal, jaja.

El ejemplo que quería dar, era que, así como los otros chicos se acercaron para comprobar si realmente había sal en el postre que tenía la sal, del mismo modo cuando la gente ve que nosotros somos esa sal y que somo diferentes a la mayoría, entonces se acercarán curiosos para ver qué es lo que hay en nosotros que nos hace diferentes. Me gustó esa analogía.

La segunda dinámica trató del olor. Dan pidió a los chicos que cerraran los ojos, apagó la luz y dijo: "voy a hechar este perfume en uno de ustedes y tienen que descubrir a quién se lo eché". Y así lo hizo. Cuando encendió la luz y les dijo que busquen, muy rápido pudieron ubicar al que tenía el perfume encima.

Luego contó que cuando él era muy joven, en su iglesia había una mujer que se echaba tanto perfume que podías percibir su presencia aun sin verla, sólo por su olor. Fue entonces cuando, del mismo modo, aplicó la misma enseñanza con la cual dejó en claro que nosotros debemos tener ese olor de Dios, de su presencia, para que los demás puedan acercarse y podamos ser buen testimonio para aquellos que no lo conocen y que puedan percibir así que en nosotros hay algo diferente.

Digamos que hubo más, pero se los resumí en esos dos ejemplos :).

Una vez que pensamos que todo había terminado y nos estabamos alistando para ya salir, se acercó un chico llamado Luis que quería hablar con Dan. Por cierto, me preguntó si podía quedarme para traducirle, yo le dije que no había problema.

Luis empezó a contarle acerca de su familia, bueno, de su padre y su pequeña hermana, ya que su madre los abandonó. Nos dijo cuanto odiaba que su padre se emborrache con sus amigos y aún, estando en necesidad, gaste el poco dinero que tiene en licor. A medida que iba compartiendo más, sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas. Fue un momento muy doloroso, al escuchar cada una de las cosas que él nos compartía. A veces, sinceramente, no sabíamos que hacer o decir ya que era un caso muy especial, sin embargo él necesitaba respuestas.

Dan, entre otros consejos, le dijo que lo que él necesitaba era dejar sus cargas en Jesús, que el día en que él hiciera eso sería el día en que podría sentirse libre de esa presión de no saber qué hacer por su padre. A medida que Dan le iba compartiendo lo que Jesús hizo por nosotros, su mirada cambió. Los ojos de Luis empezaron a brillar como diciendo "¿es cierto lo que me dices?". El ambiente cambió totalmente y se empezó a sentir una fuerte presencia que traía paz y tranquilidad, Jesús estaba allí. Estabamos convencidos de que algo en el interior de Luis estaba siendo tocado. Empezé a orar por Luis, me siguió Dan después y cerramos con una oración hecha por él mismo. Al comienzo el estaba tímido y nos dijo que no sabía como orar. Le dijimos que le diga a Dios lo que tenía que decirle y que sea él mismo nada más. Luego de sus labios empezaron a salir palabras de necesidad y salió una hermosa oración de clamor por su padre. Su corazón se quebrantó. Dan le preguntó si estaba dispuesto a tomar la desición de seguir a Jesús y de hacerlo el Señor y Salvador de su vida. Luis dijo que sí. Luis hizo la oración, reconociendo su condición de pecador, arrepintiéndose y dándole su vida a Jesús. El ambiente de tristeza había desparecido y un ambiente de alegría inundó el cuarto en el que estabamos. Ahora había una sonrisa en el rostro de Luis y él no podiá explicarla. Ahora se sentía libre, sentía que empezaba algo nuevo y diferente. Luis sentía que en su corazón ahora había esperanza. Él dejó a su padre en las manos de Dios y ahora podrá darle ese amor que sólo Dios puede poner en los corazones.

Definitivamente el día de hoy fue especial, y digo especial porque, después de mucho tiempo, pude ser testigo en vivo y en directo de las formas en como Dios puede cambiar vidas. Al comienzo parecía que el mensaje no iba a llegar al corazón de Luis, pues cuando hablaba sus mirada expresaba dolor y cólera al mismo tiempo, pero Dios es tan grande que repentinamente hizo que todo ese dolor se conviertiera en alegría.


...Jehová, Dios mio,
a ti clamé y me sanaste [...]
Has cambiado mi lamento en baile,
desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado
Jehová, Dios mio, te alabaré para siempre.
Salmo 30 (R.V; 1950)

5 comentarios:

Debbie dijo...

so proud of you. Cuando vuelva, quiero acompañarte un sábado... :))

Angel dijo...

pero por favor! :) seria buenazo! :)

Karina Florez Chokewanca dijo...

Ohhhh qué lindo aquel día que tuviste!!! Creo que acontecimentos cómo ese, definitivamente, no se viven todos los días. Yo también fui alguna vez testigo de cómo Dios puede obrar en la vida de uno, porque vi cómo lo hizo en mi vida(increíble experiencia!!!). Lleva Debbie,la iluminada, para que la gente se ilumine ajjaja xD
DTB

Angel dijo...

Karina, gracias por tu comentario :). Tal como escribiste, no es algo que sucede todos los días, pero también creo firmemente que Dios quiere que suceda todos los días y... depende de nosotros que así sea :D jeje. Debes tener un gran testimonio por compartir :) y, tienes razón, Debbie es una gran bendición para todos aquellos que la conocemos :)

Debbie dijo...

Se me caen las lágrimas. Love you both! :')