domingo, 29 de agosto de 2010

if I can?

I am the Alpha and the Omega,
I am that I am,
I am the one that spoke the world into existence,
I was before the world,
I am the first and I am the last,
I am the God of the ages, of heaven, of glory...

...if I can?

I am the King of kings and the Lord of lords,
The heavens declare my glory and the firmament shows my handiwork
I am sovereign.
I am the King, and I am the kindest King the world has ever known,
I am the most powerful prophet that has ever spoken,
I am the perfect priest,
I bless the poor in spirit and those who hunger and thirst are satisfied in me,
those who mourn are comforted by me, those pure in heart see me.
I give kingdoms to those who are persecuted,
those who are meek inherit the earth through me...

...if I can?

I am the great physician,
no means of measure can define my limitless love,
no far-seeing telescope can bring into visibility the coastline of my shoreless supply
no barrier can hinder me from pouring out my blessings.
I am enduringly graceful and I'm entirely sincere.
I have healed the blind and I have cured the leprous
and I raised Lazarus from the death
I can handle your marriage,
I am eternally steadfast, immortally graceful, imperially powerful and impartially merciful
I guard and I guide, I am this approval thing of everything good that you choose to call me.
I am the only one qualified to be the suficient saviour.
I supply strengh for the weak.
I sympathize and I save, I strenghten and I sustain.
History has been all about me, literature finds its climax in me,
philosophy can't think any higher than me and politicians sit underneath me.
I can handle your marriage, I can handle those health concerns,
I can handle those financial worries,
I discharge the debtors, deliver the captives, defend he feeble and bless the young.
I serve the unfortunate, reward the diligent, beautify the meek.
I am the wellspring of wisdom, doorway of deliverance and the pathway of peace.
I am the light in matchless darkness.
My goodness is limitless and my mercy is everlasting.
My love never changes, my word is enough and my grace is suficient.
Death couldn't stop me, Herod couldn't kill me.

...and you ask if I can?

...

En el servicio de hoy, nuestro pastor dió una prédica de esperanza y cerró con esta lectura.
Es realmente estremecedora.

Pueden ver el video de esta prédica aquí (la parte del "if I can?" está al final):


Hope 3 from Flamingo Road Church on Vimeo.

sábado, 21 de agosto de 2010

Sal y olor

Hoy fue un día especial, y no me refiero a que lo demás días no sean especiales. Yo soy de los que creen que cada día es especial por distintos motivos, pero hoy fue aún más especial. ¿Por qué? Ahora les cuento. Quizá algunos de ustedes ya saben que algunos sábados apoyo a un amigo misionero en traducirle (da charlas a jóvenes y adolescentes) cuando se trata de hablar ciertos temas muy profundos y en los que su español es algo limitado, pero disfruto hacerlo, ya que yo también aprendo mucho. Su nombre es Dan.

El tema de hoy fue: "Ser olor fragante y sal en la tierra".

Dan empezó a hacer una dinámica muy interesante. Repartió arroz con leche (un delicioso y dulce postre peruano) a cada uno de los que habían asistido (digamos que eran algo de 30 muchachos entre hombres y mujeres). Todos soprendidos y a la vez intrigados, se empezaron a preguntar el porqué de lo que él hacía, pero a la vez disfrutaban de su arroz con leche.

De repente él dijo: "¿Les gusta?, porque a uno de ustedes le eché sal". Todos empezaron reirse y a mirarse el uno al otro como diciendo "¿te tocó a ti?". Luego dijo: "¿A quién le tocó arroz con leche con sal?" y un chico tímidamente por, quizá, la mofa, alzó la mano. De repente los del costado se acercaron y quisieron probar para saber si realmente él tenía la sal. Está de más decir la cara que pusieron al probar el sabor salado del arroz con leche -vale recalcar que tenía MUCHA sal, jaja.

El ejemplo que quería dar, era que, así como los otros chicos se acercaron para comprobar si realmente había sal en el postre que tenía la sal, del mismo modo cuando la gente ve que nosotros somos esa sal y que somo diferentes a la mayoría, entonces se acercarán curiosos para ver qué es lo que hay en nosotros que nos hace diferentes. Me gustó esa analogía.

La segunda dinámica trató del olor. Dan pidió a los chicos que cerraran los ojos, apagó la luz y dijo: "voy a hechar este perfume en uno de ustedes y tienen que descubrir a quién se lo eché". Y así lo hizo. Cuando encendió la luz y les dijo que busquen, muy rápido pudieron ubicar al que tenía el perfume encima.

Luego contó que cuando él era muy joven, en su iglesia había una mujer que se echaba tanto perfume que podías percibir su presencia aun sin verla, sólo por su olor. Fue entonces cuando, del mismo modo, aplicó la misma enseñanza con la cual dejó en claro que nosotros debemos tener ese olor de Dios, de su presencia, para que los demás puedan acercarse y podamos ser buen testimonio para aquellos que no lo conocen y que puedan percibir así que en nosotros hay algo diferente.

Digamos que hubo más, pero se los resumí en esos dos ejemplos :).

Una vez que pensamos que todo había terminado y nos estabamos alistando para ya salir, se acercó un chico llamado Luis que quería hablar con Dan. Por cierto, me preguntó si podía quedarme para traducirle, yo le dije que no había problema.

Luis empezó a contarle acerca de su familia, bueno, de su padre y su pequeña hermana, ya que su madre los abandonó. Nos dijo cuanto odiaba que su padre se emborrache con sus amigos y aún, estando en necesidad, gaste el poco dinero que tiene en licor. A medida que iba compartiendo más, sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas. Fue un momento muy doloroso, al escuchar cada una de las cosas que él nos compartía. A veces, sinceramente, no sabíamos que hacer o decir ya que era un caso muy especial, sin embargo él necesitaba respuestas.

Dan, entre otros consejos, le dijo que lo que él necesitaba era dejar sus cargas en Jesús, que el día en que él hiciera eso sería el día en que podría sentirse libre de esa presión de no saber qué hacer por su padre. A medida que Dan le iba compartiendo lo que Jesús hizo por nosotros, su mirada cambió. Los ojos de Luis empezaron a brillar como diciendo "¿es cierto lo que me dices?". El ambiente cambió totalmente y se empezó a sentir una fuerte presencia que traía paz y tranquilidad, Jesús estaba allí. Estabamos convencidos de que algo en el interior de Luis estaba siendo tocado. Empezé a orar por Luis, me siguió Dan después y cerramos con una oración hecha por él mismo. Al comienzo el estaba tímido y nos dijo que no sabía como orar. Le dijimos que le diga a Dios lo que tenía que decirle y que sea él mismo nada más. Luego de sus labios empezaron a salir palabras de necesidad y salió una hermosa oración de clamor por su padre. Su corazón se quebrantó. Dan le preguntó si estaba dispuesto a tomar la desición de seguir a Jesús y de hacerlo el Señor y Salvador de su vida. Luis dijo que sí. Luis hizo la oración, reconociendo su condición de pecador, arrepintiéndose y dándole su vida a Jesús. El ambiente de tristeza había desparecido y un ambiente de alegría inundó el cuarto en el que estabamos. Ahora había una sonrisa en el rostro de Luis y él no podiá explicarla. Ahora se sentía libre, sentía que empezaba algo nuevo y diferente. Luis sentía que en su corazón ahora había esperanza. Él dejó a su padre en las manos de Dios y ahora podrá darle ese amor que sólo Dios puede poner en los corazones.

Definitivamente el día de hoy fue especial, y digo especial porque, después de mucho tiempo, pude ser testigo en vivo y en directo de las formas en como Dios puede cambiar vidas. Al comienzo parecía que el mensaje no iba a llegar al corazón de Luis, pues cuando hablaba sus mirada expresaba dolor y cólera al mismo tiempo, pero Dios es tan grande que repentinamente hizo que todo ese dolor se conviertiera en alegría.


...Jehová, Dios mio,
a ti clamé y me sanaste [...]
Has cambiado mi lamento en baile,
desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado
Jehová, Dios mio, te alabaré para siempre.
Salmo 30 (R.V; 1950)

sábado, 14 de agosto de 2010

Entre lineas

Hoy tuve la oportunidad de visitar a un misionero que conocí en la iglesia a la que asisto. Digamos que para ir desde mi casa hasta la casa de él toma tiempo ya que está como a una hora de distancia. Durante varias horas estuvimos hablando de muchos temas, pasamos de hablar sobre su hija que recién había nacido, a hablar del sentido del humor peruano comparándolo con el de su país y del país de su esposa, hasta de mis preocupaciones como persona y de cierta inseguridad que a veces me abordaba y, bueno, nos enfocamos en este último punto.

Les diré que yo soy de las personas que son muy observadoras y que sospecho de hasta la mosca que pasa volando e inclusive puedo pensar que es un bichito biónico que tiene una camarita y que alguien me está espiando. Ok, es una exageración, sólo trato de cálcular su próximo movimiento, pero digamos que la idea es esa :). Creo que siempre he sido así, pero después de ver todas las temporadas completas de los expedientes secretos X me volví más, jaja. En fin. Le empecé a compartir ciertas inquietudes de la vida que tenía dando vueltas por mi cabeza y ciertas dudas que quizá todos tenemos, solo que en mi caso, debido a mi forma de ser, me sentía más frustrado.

Me preguntó si tenía problemas en confiar en la gente y primero le respondí que no. Pero luego recordé que sí, ya que, digamos, que después de ver muchas cosas, cada vez más trataba de no ser de aquellos que confían de buenas a primeras con las personas que recién conozco (ya que no se su procedencia, ni conozco sus intenciones y tampoco en qué estarán metidos). Me hizo muchas otras preguntas sobre mi comportamiento frente a cada situación y respondí a cada una.

Este misionero, amigo mio, me dijo algo que yo no me había dado cuenta: soy de aquellos que leen entre líneas. ¿Qué significa leer entre líneas? Leer entre líneas, según Wikcionario, quiere decir:

"Descubrir un sentido oculto, una segunda intención o una alusión velada, en lo que se ha dicho o escrito."

En buen cristiano es entender más de lo que se ha dicho. Digamos que esto puede ir de la mano con el ejemplo que di sobre la mosca biónica, jaja.

Su recomendación para mi fue: ¡DEJA DE PENSAR TANTO!, jaja. Es cierto. Pienso demasiado y creo ideas que no son ciertas. Me dijo algo interesante: “the more you think, the less you’ll let the Holy Spirit talk to you heart” (mientras más pienses, menos dejarás que el Espiritu Santo te hable). Esto me cayó como agua fría. Estaba bloqueando con mis pensamientos a lo que Dios me decía y por lo tanto me sentía angustiado (por fin supe el motivo). También me hizo recordar que la angustia y preocupación no vienen de Dios y, es más, te distraen, te hacen sentir cansado, tenso, angustiado cuando Dios te ofrece todo lo contrario: Paz, descanso y una inmensa alegría de vivir.

Dios quiere que aproveches cada segundo de tu vida, Él se complace viéndote crecer.

Siempre es bueno tener amigos que te hagan recordar estas cosas que, al parecer, son tan básicas, pero a la vez tan ciertas que uno puede olvidar cuando está en el meollo del asunto. Siempre dale gracias a Dios por los amigos que tienes, porque aparecen cuando más los necesitas.



Entonces,

¿Eres de aquellos que leen entre líneas?

¡DEJA DE PENSAR TANTO!

:)

miércoles, 11 de agosto de 2010

Bajo control

Digamos que no es fácil, muchas veces, creer en lo que Dios te ha llamado a hacer y sobre todo cuando las situaciones parecen tornarse en contra a tu llamado… pero si no desistes podrás ver al final resultados grandiosos.

Un misionero estadounidense viajó a un pueblo africano con su esposa y ambos decidieron quedarse allí. Las cosas no fueron fáciles al comienzo, ya que los nativos los tomaron por invasores y más de una vez estuvieron a punto de perder la vida. Ellos sabían lo que les esperaba al intentar compartir el evangelio a una tribu desconocida y no muy amistosa, sin embargo con el tiempo pudieron ganarse su confianza. En uno de sus primeros intentos por compartir el evangelio, después de un buen tiempo, este misionero llegó a traducir el nuevo testamento al idioma de los nativos. En su primera reunión con ellos, él les compartió sobre la vida de Jesús y lo que Él predicó a lo largo de su vida. Todo iba bien. Al parecer, los nativos del lugar parecían por fin comprender el mensaje de salvación que el misionero siempre intentó compartirles. Hasta que habló de Judas y de su traición. Los nativos empezaron a reírse y a lanzar gritos de batalla. Para los nativos la traición significaba el más alto honor que alguien podría alcanzar y por lo tanto tomaron a Judas por héroe. El misionero no sabía qué hacer, estaba tan contrariado. Todo parecía ir tan bien, las cosas se daban sobrenaturalmente y de repente tuvo que suceder eso. Esta tribu tenía una tribu enemiga con la que siempre hubo conflictos debido a un incidente en el que un miembro de la tribu enemiga fue asesinado por uno de la otra; sin embargo, para cuando esta pareja de misioneros habían llegado donde los nativos, las cosas iban de mal en peor. Estas dos tribus se habían declarado la guerra. Los misioneros no sabían qué hacer. Estaban desesperados. El grandioso plan que Dios tenía para este pueblo se estaba desvaneciendo. El misionero empezó a orar junto a su esposa y empezaron a rogarle a Dios que les muestre una forma de revertir la situación y que así nadie salga herido. Al parecer no hubo repuesta. La guerra comenzó. Lanzas y flechas volaban de un lado para otro y parecían no terminar. Los misioneros, arriesgando su propia vida, decidieron intervenir en la guerra y milagrosamente lograron hacer una pausa. Reunieron a los 2 jefes de ambos bandos y hablaron con ellos. Después de un largo rato de diálogo, ambos jefes decidieron hacer una tregua temporal y como parte de este trato cada jefe debía entregar a su hijo al jefe enemigo mientras la tregua dure. Pasaron días y días de una tregua tensa. Los hijos de cada jefe se encontraban en el bando enemigo. Ambos jefes estaban ansiosos por que termine de una vez la tregua y empezara de una vez la guerra. Sin embargo, uno de ellos, para ser más exactos en el jefe de la tribu visitada por los misioneros, empezó a sentir dolor por su hijo y empezó a extrañarlo. Sentía una nostalgia tan grande. Él necesitaba a su hijo de regreso, él necesitaba verlo y ya no podía más. Empezó a llorar cada noche. Él no podía creer lo que había hecho, había entregado a su hijo a un pueblo que podía matarlo o hacerle daño, pero fue en ese preciso momento cuando él entendió lo que por tanto tiempo el misionero había estado compartiendo. Recordó cuando el misionero les compartía Juan 3:16 y cuánto había dado Dios Padre al entregar a su propio hijo a morir por nosotros. Este jefe buscó al misionero y le contó con lágrimas en los ojos: “Ahora entiendo lo que Dios hizo por mi”. Esa misma noche el jefe de la tribu recibió a Jesucristo como su Señor y Salvador y le siguió su familia. De este modo el jefe de esta tribu y su familia fueron los primeros nativos cristianos. El jefe de la tribu y su familia apoyaron al misionero en su labor y uno a uno empezaron a compartirles al resto de la tribu. Como de milagro la tribu completa se convirtió y construyeron su iglesia con madera y plantas de la zona. Sin embargo, la tregua terminó y el pueblo enemigo regresó para hacer lo que tenía que hacer: Aniquilarlos. Sorpresivamente, el jefe de este pueblo se puso al medio y con una alegría incomprensible y compartió con el pueblo enemigo sobre aquello que había cambiado su vida. El bando enemigo se encontraba confundido y pensaban: ¿Nuestro más grande enemigo nos está compartiendo sobre el amor y sobre el perdón?. Esto era lo último que ellos estaban esperando y pensaron que era una especie de trampa. Sin embargo, el jefe enemigo comprendió el mensaje de salvación ya que también había pasado por lo mismo que el otro jefe. Así fue como la población entera empezó a convertirse uno a uno, tanto en un grupo como en otro.

Me quedé con esta convicción en la cabeza:
Los planes de Dios siempre resultan (y son increibles)

Esta historia la vi en forma de película/documental en un canal cristiano y me hizo sentir como un tonto recordando cada vez que cuestioné a Dios por la forma en que las circunstancias se presentaban olvidando que Él tiene siempre todo bajo control aun inclusive cuando aparentemente nos “escapemos” de su vista. Creo que a todos nos pasa en algún momento, pero ¿sabes algo? Aun el error humano está medido al más mínimo detalle dentro de los planes de Dios. Cuando nos entregamos a Dios, en algún momento de nuestras vidas quizá violemos el pacto que hacemos cuando le decimos que lo aceptamos como nuestro Señor, ya que nuestra naturaleza caída nos tira siempre para el lado contrario, pero ¿sabes qué es lo más hermoso de todo esto? Que Él NUNCA SE OLVIDA. Él jamás romperá ese pacto que una vez hizo contigo, así haya sido en una iglesia frente a todo el mundo, a solas, viendo una prédica en tv, o escuchando un mensaje en la radio, Él jamás dará por concluido ese pacto de amor en el que Él se comprometió a cuidar de ti para la eternidad. Entonces, NO TEMAS cuando las cosas parezcan estar fuera de control o cuando todo parezca adverso porque todo forma parte de un hermoso plan, el que podrás descubrir con el tiempo. El no te abandonará, lo prometió. Te dejo estos dos versículos:

Jehová cumplirá su propósito en mi;
Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre
No desampares la obra de tus manos.
Salmos 138:8

Esforzaos y cobrad ánimo;
no temáis, ni tengáis miedo de ellos,
porque Jehová tu Dios es el que va contigo;
no te dejará, ni te desamparará.
Deuteronomio 31:6

Que tengas un bendecido día :).